¿Qué es el cannabidiol? (CBD)
El cannabidiol, también llamado (CBD) es un compuesto natural que se encuentra en la flor resinosa del cannabis sativa. Esta planta contiene más de 500 componentes diferentes pero cabe destacar que es uno de los más importantes junto con el tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto que causa la psicoactividad. Los dos pertenecen al grupo de los cannabinoides.
Tanto el CBD como el THC tienen atributos terapéuticos significativos. Una de las diferencias más visibles entre estos dos compuestos es que el CBD no hace que una persona se sienta drogada o intoxicada.
El cannabidiol y el tetrahidrocannabinol contienen un robusto perfil terapéutico a pesar de que tienen diferentes propiedades. Comparten una relación de interdependencia que regula y potencia los beneficios terapéuticos de cada uno de ellos.
¿Cómo actúa en nuestro organismo el CBD?:
Si bien el CBD es un compuesto que actúa en el sistema nervioso central, no es psicotrópico y no tiene los efectos psicoactivos del THC.
Una de las principales formas en que actúa el CBD en nuestro organismo es imitando y aumentando los efectos de los ‘cannabinoides endógenos’ de nuestros cuerpos, llamados así por la similitud que se encuentran en las plantas de cannabis. Estos, son parte de un sistema regulatorio llamado ‘sistema cannabinoide’.
El sistema endocannabinoide desempeña un papel crucial en la regulación de una amplia gama de procesos fisiológicos. Sus receptores, diminutos, están ubicados alrededor del cuerpo y están diseñados para enviar y recibir mensajes químicos que controlan nuestro estado anímico, nuestros niveles de energía, sistema inmunitario, presión arterial, experimentación del dolor y un largo etcétera.
¿Cómo tomarlo?
Una de las mejores formas de consumir CBD y aprovechar sus beneficios terapéuticos sin tener que fumar y enfrentarte a los efectos de la combustión, es mediante el aceite de CBD de forma sublingual para que su llegada al torrente sanguíneo sea mucho más rápida e incluso de forma tópica para los dolores y afecciones más localizados.
El consumo de CBD y sus usos terapéuticos presentan una cantidad de beneficios medicinales muy amplios. Es una opción muy versátil y eficaz, por lo que las farmacéuticas pueden sentirse algo amenazadas ya que es un aliado muy interesante frente a la química que tradicionalmente se someten pacientes con dolencias crónicas.
“Uno de los triunfos más importantes del CBD ha sido el tratamiento de la epilepsia infantil, que seguramente sea la aplicación médica más estudiada de éste.”
El cannabis tiene una historia muy amplia como medicina a la hora de controlar convulsiones. La farmacopea de los Estados Unidos sacó un tratamiento de tintura de cannabis para el tratamiento de la epilepsia pediátrica a mitad del siglo XIX.
Muchos estudios posteriores han documentado los efectos anticonvulsivos de toda la planta de cannabis y en especial del THC y el CBD. Y la mayoría de los pacientes han manifestado una reducción de las convulsiones e incluso el cese de estas.
Como decíamos anteriormente el CBD puede ser un sustitutivo esencial para la ingesta masiva de analgésicos y opiáceos. Es un aliado para el dolor crónico que es un síntoma de muchas enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis múltiple, enfermedades autoinmunes de las articulaciones, como la artrosis, inlamación del intestino como el Crohn o la colitis ulcerosa, problemas cutáneos y tópicos como la dermatitis atópica, la psoriasis y el acné, etc.
En conclusión el CBD puede ser y es ya una realidad a nivel terapeútico en todo el mundo.
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Por Nea Duvent especialista en cannabinoides y aplicaciones terapeúticas de Xtreme Seeds C. Co.
