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Manual básico de cultivo indoor para autoconsumo. -

Manual básico de cultivo indoor para autoconsumo.

Este manual básico de cultivo indoor, está pensado para que  aquellos que se inician en el auto cultivo tengan claros los conceptos básicos que les ayudarán a entender mejor esta forma de cultivo.

“No hay mejor forma de aprender que cometiendo errores, porque de ellos se aprende para siempre, aunque si se pueden evitar y sabemos el porqué, será siempre mejor.”

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Cultivo de interior profesional.

Cada cultivador posee sus propios medios. Desde el económico hasta el de espacio, cada uno deberá antes  que nada,  reflexionar sobre sus posibilidades y a partir de ese momento empezar a plantearse qué tipo de cultivo es el más eficiente y se adapta mejor a sus posibilidades

Nos centraremos es los aspectos básicos sin profundizar demasiado en cuestiones técnicas que abordaremos en próximas entradas.

1- El sustrato:

2-  Macetas o contenedores

3- Germinación de semillas

4- El crecimiento vegetativo 1:

          4.1 – Ciclo vegetativo

          4.2 – Nutrientes en el crecimiento y su aplicación

          4.3 – Iluminación para el crecimiento

5- El crecimiento  vegetativo 2:

            5.1 – El espacio de crecimiento

6 – La floración o fase reproductiva:

6.1 Iluminación en la floración

6.2 Floración y engorde

6.3 Nutrientes en la floración y su aplicación

7- La cosecha y el secado

1-      El Sustrato:

El sustrato es posiblemente uno de los elementos más importante en cualquier tipo de cultivo y por tanto también para el del cannabis. En él crecerán y se desarrollarán las raíces, la planta se hidratará y alimentará y no menos importante, se sujetará.

Es recomendable reutilizar el sustrato? - Info Cannabis Magazine
Trasplante de plántula joven.

Así pues, es posible considerarlo como el motor de la planta y sin un buen sustrato los problemas que podemos tener en las diferentes etapas de desarrollo de la planta pueden ser muchos y a veces muy complicados de revertir.

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Planta con exceso de abono

En gran cantidad de cultivos los problemas de nutrición correcta se deben precisamente al uso de sustratos inadecuados o de baja calidad. Usando un sustrato de calidad nos aseguraremos, en parte, un buen comienzo para nuestras futuras plantas.

Características de un buen sustrato:

En las diferentes etapas de la vida de las plantas es recomendable usar un sustrato o medio de cultivo específico para ésta.

Plántulas jóvenes, clones o semillas recién germinadas:

Necesitarán de un sustrato muy poroso y con un buen drenaje. Los del tipo “light” podrían ser ideales para este momento particular del cultivo. No debe tener una EC alta, ya que durante las primeras 3 o 4 semanas de crecimiento las plantas no necesitan de grandísimas cantidades de nutrientes y sí una buena estructura para el buen desarrollo de las raíces.

“El sustrato para plantas jóvenes o semillas ideal sería aquel rico en fibras de coco y perlita además de turba rubia y negra.”

Si queremos mejorar un sustrato comercial del tipo “light” podríamos añadir más coco, perlita o un poco de humus de lombriz. Nada más.

Plantas en crecimiento previo a la floración:

En esta fase las plantas se habrán desarrollado, las raíces habrán ocupado la mayor parte del tiesto y es recomendable realizar un trasplante a una maceta mayor ya que la planta necesitará más nutrientes y espacio para sus raíces mientras se prepara para pasar a la floración.

El sustrato del tipo “light” que comentábamos anteriormente también sería ideal para esta fase de fuerte crecimiento aunque será necesario abonar ligeramente a partir de la segunda semana. Si queremos mejorar este tipo de sustrato lo haríamos añadiendo un poco de coco o perlita y también humus de lombriz. Éste es rico en nitrógeno y ácidos húmicos y fúlvicos, estimulará el crecimiento y evitará el abonado prácticamente hasta la fase de floración.

Sustratos para las plantas en floración:

Una vez la planta va a entrar en floración generalmente se realiza un último trasplante para estimular el crecimiento en su última fase antes de florecer y para, si lo hemos previsto así, preparar el sustrato del que la planta nutrirá sus hermosas flores.

El sustrato para la fase de floración debe de ser rico en nutrientes ya que en esta fase la planta necesitará grandes cantidades de nutrientes. Existen en el mercado sustratos exclusivos para este momento con los denominados por algunas marcas como “all”. En estos sustratos la EC suele ser el doble que en los “light” y ronda los 2.2, 2.4 o 2.6. Deben mantener una estructura simular a los usados anteriormente siendo ricos en fibras de coco, turbas y perlita. Además muchas compañías añaden nutrientes extra.

Una forma de mejorar un sustrato o medio de cultivo para la fase de floración sería añadiendo humus de lombriz (ya comentábamos anteriormente que es rico en nitrógeno, ácidos y micro elementos). Pero sobre todo se añadirá guano de murciélago, de aves marinas o cenizas de palmera. Este tipo de fertilizante sólido en forma de polvo o granulado es rico en Fósforo y Potasio, que será por encima de todo lo que necesite nuestra planta para tener una floración exuberante y de primera calidad. Además son de liberación lenta, con lo que las plantas irán nutriéndose diariamente según su necesidad y es más difícil sobre abonar. Si hemos usado un sustrato “light” podremos añadir estos elementos en mayor cantidad, pero si hemos usado un sustrato del tipo “all” deberíamos tener cuidado y añadir menos cantidad ya que corremos el riesgo de bloquear las raíces por exceso de nutrientes. 

El sustrato debe ser poroso y tener buen drenaje.

Errores muy comunes a los hora de elegir un sustrato:

  • Sustratos de mala calidad de los chinos, hipers y demás.
  • Sustratos que no sean específicos para el cultivo de cannabis.
  • Usar un sustrato que no es el adecuado para el momento de vida de la planta.

2- Las macetas o contenedores:

La elección de las macetas es muy importante. En cultivos de interior donde el espacio es importantísimo utilizaremos macetas cuadradas y normalmente más pequeñas de lo que sería lo ideal. Muchas veces el utilizar macetas más grandes nos quita un espacio “vital” para aquellos que disponen de poco y aunque siempre se trabajará mejor en una maceta grande, tenemos que buscar un punto de inflexión, donde utilicemos las macetas más grandes posibles sin perder mucho espacio. 

Lo más recomendable es empezar siempre con una maceta pequeña, de un litro aproximadamente. Usar macetas no muy grandes, aunque nos forzará a realizar un par de trasplantes, evitará que tengamos problemas de desarrollo radicular.  

El error más común entre los cultivadores noveles es el exceso de riego (sobre todo al principio del cultivo), utilizando macetas pequeñas intentamos minimizar ese riesgo, ya que al tener menos volumen de tierra que secar antes del siguiente riego, las raíces no tendrán que estar tanto tiempo húmedas, evitando problemas como hongos y un desarrollo pobre y débil.    

Otro de los beneficios de utilizar macetas algo más pequeñas e ir haciendo trasplantes  regularmente a otras más grandes, es que al cambiar a tierra nueva se estimula en crecimiento y las plantas pegarán un tirón cada vez que realicemos alguno, con lo que en apenas un par de trasplantes tendremos nuestras plantas listas para pasar a floración.

Cultivo de cannabis: macetas blancas y negras – Grow shop Barato
Novedosas macetas para interiores.

¿ Pero cuándo realizo los transplantes ?

Muy sencillo. Si hemos preparado las mezclas de tierra según lo descrito en el apartado anterior, las plantas crecerán rápido y con un verde intenso y brillante. Pasadas aproximadamente 2 semanas de crecimiento será el momento de trasplantar a una maceta mayor. Todo dependerá de la maceta inicial que hayamos usado. Si era de 1 litro por ejemplo, podríamos usar ahora una de 3 y realizar un último trasplante a una de 11 antes del paso a floración. (También podríamos tener la planta en esa misma maceta de 1 litro, fertilizar manualmente a partir de la 2 semana de vida y únicamente realizar un trasplante antes de la floración a una maceta de 7 u 11 litros. Únicamente necesitarás de más experiencia para aplicar correctamente los riegos y el abono.)

Los trasplantes son necesarios y facilitan el crecimiento.

Hay que ser meticuloso en este aspecto. El desarrollo correcto de las raíces de la planta es un factor de vital importancia para alcanzar una buena producción. Raíces sanas y bien desarrolladas son sinónimos de buena  producción y calidad.

Errores más comunes en relación a las macetas:

  •           utilizar recipientes demasiado grandes (al principio)
  •           no realizar trasplantes más o menos periódicos
  •           utilizar macetas con drenajes escasos o mal situados
  •           colocar platos bajo las macetas para recoger el agua de riego

nota**  es importante colocar en el fondo de la maceta arlita o similar, para que la evacuación del sobrante de agua de riego pueda escapar con facilidad, evitando posibles excesos por saturación de sales. No usar platos ni ningún tipo de recipiente para recoger el agua de riego bajo la maceta.

 3- Germinacion de semillas

Las semillas de cannabis se pueden germinar de diversas formas. Casi cada cultivador tiene sus propias técnicas y métodos de germinación, y todos son válidos si se efectúan correctamente. Nosotros nos vamos a centrar en una técnica que posiblemente sea la más utilizada, pero no por ello las demás no son válidas.

Primero que nada hay que dejar las semillas en un vaso con agua de 6 a 24 horas, (algunos cultivadores dejan las semillas por un espacio indeterminado de tiempo hasta que se hunden en el fondo del vaso), una vez transcurrido ese tiempo las semillas se habrán hidratado.

A continuación cogemos un plato llano y lo cubrimos con algodón, papel del wc o de la cocina (sin perfume). Con un pulverizador empapamos, pero sin encharcar, el algodón o papel y ponemos las semillas sobre él. Volvemos a cubrir las semillas con papel o algodón y se pulveriza de nuevo hasta humedecer suficientemente, pero sin encharcar (repetimos porque es importantísimo). Se cubre con otro plato boca abajo . Una vez realizado este proceso, en unos días dependiendo de la variedad, habrán germinado las semillas y aparecerán unos rabitos blancos que serán las futuras raíces.  Será necesario ir humedeciendo el algodón o papel siempre y cuando veamos que va perdiendo humedad, ya que por evaporación se va secando y no es bueno que se seque del todo o la semilla podría morir.

Consejos para germinar semillas de cannabis viejas
Semillas recién germinadas.

Una vez que la semilla ha germinado y vemos que aparece la puntita blanca será el momento de pasar la semilla a un medio de crecimiento.  Como hemos comentado en el apartado anterior, lo ideal es una maceta pequeña.  Primero se riega correctamente. Se realiza una pequeña hendidura con un punzón y de deja la semilla suavemente. Luego se cubre con cuidado de no romper la raíz. Normalmente la semilla debe estar más o menos a 1 cms de profundidad así, si fuera necesario, podremos ver dónde está la semilla.

Errores más comunes en la germinación de las semillas:

  •  Poner la semilla directamente en el medio de cultivo. (Si ponemos las semillas directamente en la tierra nos puede suceder que al no germinar, no sepamos la razón. Si bien no germinó, o si germinó y tuvo algún problema con la nueva raíz.  Es mucho más fácil de controlar la semilla en el algodón o papel, y sabremos en todo momento cual es su estado. Además nadie puede asegurarnos que esta tierra que usemos tenga algún tipo de patógeno que acabe con la delicada semilla recién germinada. (cuidado con los sacos de sustrato amontonados en exteriores como en los viveros)
  • Mantener la semilla demasiado húmeda (encharcada) provocando que se pudra o no se desarrolle.
  • Utilizar semillas de dudosa procedencia.
  • A veces la semilla crece hacia abajo. Por eso es bueno que se le pueda observar o encontrar fácilmente cuando la pasamos al medio de crecimiento, porque en ese momento aún la podemos sacar y darle la vuelta, porque de lo contrario morirá por asfixia.

4- El crecimiento:

          – 4.1 ciclo vegetativo:

En cultivos en exterior donde la luz y la oscuridad están marcada por el día y la noche, los ciclos de crecimiento y floración de la planta van en relación al momento del año en el que nos encontremos. Será el sol el que determine el momento de crecimiento y el de floración.

Pero en el cultivo de interior, seremos nosotros los que según nuestra necesidad, modificaremos el fotoperiodo y noctiperiodo (horas de luz o de oscuridad) a nuestro antojo para que la planta crezca o florezca.

En el ciclo vegetativo (crecimiento de la planta) deberemos tener un fotoperiodo de 18 horas y un noctiperiodo de 6 horas, o lo que es lo mismo 18 horas con el foco encendido y 6 con la luz apagada.

De este modo la planta crecerá rápidamente y sin cesar hasta que modifiquemos el fotoperiodo, es decir, si tuviéramos la planta siempre a 18/6 h. nunca florecería y crecería sin fin. Teniendo en cuenta que en cultivos de interior nos vemos limitados por el espacio y la altura, es muy importante que controlemos este factor para que las plantas tengan  el tamaño deseado. No es recomendable que las plantas crezcan en exceso, pues la luz de las bombillas va perdiendo intensidad a medida que nos alejamos de ellas, por lo que las partes bajas de las plantas no tendrán la intensidad suficiente como para producir buenas flores.

Plantas marcando el sexo antes de la floración.

– 4.2 Nutrientes necesarios en el crecimiento y su aplicación

Durante la fase de crecimiento las plantas van a necesitar nitrógeno, pero también potasio, hierro, calcio y magnesio,  aunque en menor medida. También necesitará materia orgánica y ácidos húmicos. Si hemos usado una mezcla de tierra como la que hemos explicado previamente no tendremos necesidad de fertilizar durante 2 / 4 semanas (dependiendo del contenedor usado) ya que los nutrientes necesarios los hemos añadido con el humus de lombriz, que es precisamente rico en macronutrientes, micronutrientes, ácidos húmicos y materia orgánica imprescindible para el desarrollo radicular y de la planta en general.

Cómo usar el Humus de lombriz en cultivos de Marihuana
El humus de lombriz es rico en nutrientes y 100% ecológico.

Pero pese haber preparado un buen sustrato rico en nutrientes, llegará un momento en el que sea necesario aplicarlo mediante riego o bien como mantillo:

– aplicación mediante riego ó pulverización: necesitaremos de un fertilizante NPK completo rico en nitrógeno como por ejemplo Terra Vega de Canna o Biogrow de Biobizz por poner unos ejemplos. Empezaremos la aplicación a dosis bajas para ir aumentando las cantidades a medida que la planta crece. Si la planta está excesivamente verde, o tiene un verde muy oscuro, es mejor no fertilizar ya que son síntomas de sobre abonado. Recordar que es mucho más fácil corregir una carencia que no un exceso. Dejaremos de aplicarlo al pasar a floración.

Abono de crecimiento y floración procedentes de Holanda.

Algunos abonos es posible aplicarlos mediante spray foliar. En estos casos seguir las instrucciones del fabricante y siempre hacer alguna prueba previa con dosis bajas. Alternaremos los riegos solo con agua y con el abono  para abonar al menos una vez por semana. No abuséis de los fertilizantes.

Aplicación mediante mantillo: de la misma forma que hemos usado humus de lombriz para tener bien fertilizada nuestra tierra antes de trasplantar, éste se puede añadir también en forma de mantillo, es decir, esparcido en la parte superior de la maceta directamente sobre el sustrato. Así cada vez que reguemos se irá mezclando con la tierra. El humus de lombriz por ejemplo, es un fertilizante de asimilación lenta. La planta irá “comiendo” lo que necesite durante todos los riegos. Es posiblemente una de las formas más cómodas de abonar. Solo hay que tener en cuenta que si usamos esta técnica del mantillo es mejor hacerlo antes de ver las deficiencias ya que se necesita de un par de riegos para el abono penetre a las zonas bajas de las raíces.

Errores más comunes sobre los fertilizantes:

  • Usarlos en exceso. Es posiblemente junto con el exceso de riego el error más común entre todos los jardineros nóveles.
  • Usar abonos genéricos. El cannabis es una de las plantas que más rápido puede llegar a crecer y tiene unas determinadas necesidades que no aportan este tipo de abonos.
  • No medir las cantidades aplicadas correctamente. No es posible abonar a ojo.
  • No medir la EC. Esta es la forma idónea para saber en cada momento cuanta comida estamos dando a nuestras plantas.
  • Usar demasiados abonos o aditivos. Muchas marcas usan nombres diferentes para productos muy similares y es bastante común encontrar a jardineros que están usando el mismo producto pero de dos marcas diferentes.

4.3 – Iluminación para crecimiento, tipos de luces:

Podemos hacer el crecimiento (ciclo vegetativo) de nuestras plantas con varios tipos de luces. La diferencia entre ellos radica principalmente el la potencia de cada una y la rapidez del crecimiento. Los más usados son:

CFL: fluorescentes de bajo consumo. Este tipo de luminaria está principalmente indicada para plántulas jóvenes, esquejes y pequeñas plantas en crecimiento. Producen una luz blanca/azulada y apenas emiten calor.. No necesitan balastro para funcionar, pues ya llevan el arrancador incluido en la bombilla. Al emitir poco calor, las necesidades en cuanto a extracción  y ventilación serán menores que cualquier otro tipo de bombilla.

– Bombillas de Halogenuros metálicos HM:  son unas de las mejores para el crecimiento del cannabis.  Producen una brillante luz blanca similar a los CFL pero con mucha más potencia lumínica. El crecimiento es explosivo y rapidísimo. Son la ideales para zonas de crecimiento de plantas ya algo crecidas y esquejes enraizados.  En apenas 15 ó 20 días tendremos listas nuestras plantas para pasarlas a floración. Producen calor y necesita de un reflector y un balastro para funcionar. Al emitir calor debemos tener en cuenta que necesitaremos una buena ventilación.

– Bombillas HPS (alta presión de sodio) mixtas. Estas bombillas nos ofrecen la posibilidad de hacer el crecimiento y la floración con una sola luminaria. No son tan efectivas en crecimiento como los halogenuros metálicos, pero son una buena solución si no queremos tener gasto en varias bombillas. Como los halogenuros, producen calor y lo debemos tener en cuenta para la ventilación y extracción. También necesitan de un reflector y balastro para su uso.

– Led’s de Crecimiento. Sin duda la mejor solución actual para el crecimiento. Apenas emiten calor y los espectros de luz se pueden modificar según las necesidades de cada momento y cultivador. Aunque aún tienen precios bastante altos, a la larga es lo más económico, ya que apenas consumen luz y la vida útil de estas luminarias es de 10 años sin pérdida de calidad en la luz. No necesitan reflectores ni balastros y la ventilación necesaria se minimiza al máximo.

Sistemas Lec: en realidad se trata de nuevas versiones de sistemas HPS. Como los HPS tradicionales funcionan a base de potencia bruta y aunque consumen menos energía, también producen calor y consumen mucho más que un Led.  Necesitan de un balastro y reflector para funcionar.

Diferentes tipos de luces

De los tipos de lámparas mencionadas anteriormente debemos tener en cuenta que cada una abarca una superficie en concreto, es decir, los CFL y los Led’s los utilizaremos sobre todo para espacios más pequeños, y los halogenuros y los HPS los utilizaremos para espacios más grandes.  Si queremos hacer un crecimiento para un espacio pequeño tendremos que utilizar unas lámparas y si queremos hacer un crecimiento grande, en una habitación o gran armario, utilizaremos las bombillas HM o HPS.

Otra opción es usar siempre los Led’s (ya que son la mejor opción siempre) pero necesitaremos de una fuerte inversión si tenemos más de una lámpara o los usamos en espacios grandes.

Una vez nuestras plantas están desarrollándose y creciendo a un fotoperiodo de 18/6 y si hemos preparado nuestra tierra como comentábamos en apartados anteriores, únicamente será necesario utilizar algún estimulador radicular para que las raíces crezcan rápido y abundantemente.

Lo ideal sería empezar el crecimiento con macetas de al menos 1L he ir aumentando el tamaño del tiesto a medida que la planta crece.  Según las variedades cultivadas, tenemos que tener en cuenta (y esto es importantísimo para controlar la altura de las plantas) que cuando cambiemos el fotoperiodo de 18/6 a 12/12, es decir de crecimiento a floración, la gran mayoría de variedades pegarán un estirón muy importante, muchas veces de más del doble de la altura que teníamos antes de cambiar el fotoperiodo.

Por tanto si tenemos una planta que mide unos 35 cms o 40 estaría a una altura ideal para cambiarla a floración, ya que seguramente crezca hasta los 70, 80 o 90 cms. Esto sucede porque la planta, al ver que va a empezar a florecer, intenta que su estructura sea lo más grande y fuerte posible para aguantar el futuro peso de los cogollos, de ahí el estirón tan grande que se produce al pasar a floración. Hay sativas que triplican su altura… ojito con ellas. Sin embargo las Indicas más puras son las que menos tienden a crecer con el cambio de fotoperiodo, estas variedades las podemos hacer crecer algo más para obtener mayor producción. Estos parámetros los controlaremos con la práctica.

En este cultivo las plantas han quedado a una altura perfecta.

El cultivar varias veces una misma variedad nos dará valiosa información de cómo responde dicha variedad a las diferentes  etapas del cultivo. Por eso recomendamos cultivar varias veces las misma variedad, porque en cada cultivo la mejoraremos y tendremos de referencia loa cultivos anteriores.

5 – Crecimiento vegetativo 2:

                5.1 El espacio de crecimiento:

Es indispensable  para el cultivador novel que sepa de la gran importancia que tiene el disponer de un espacio exclusivamente para el crecimiento de las plantas. Se piensa de forma errónea que con tener un buen armario de cultivo es suficiente, y en cierto modo lo es, pero para los que cultivamos para autoabastecernos  durante todo el año se nos hace indispensable un espacio para el crecimiento.  Este espacio nos dará la posibilidad de tener varias plantas madre de las cuales iremos haciendo nuestros propios clones.

Este armario de cultivo tiene un espacio para el crecimiento y otro para la floración

Pensad que si únicamente tenemos un armario de cultivo para crecimiento y floración, siempre deberemos empezar el cultivo con semillas/clones nuevos. Éstos necesitarán de un tiempo de crecimiento antes de  ponerlos a florecer y cuando cosechemos tendremos que volver a empezar el proceso, perdiendo durante todo el año varios meses que podríamos utilizar solo para florecer. Con nuestro espacio de crecimiento podemos disponer siempre de plantas creciendo y abasteciendo nuestro armario de cultivo que ahora sería solo de floración, por tanto, estaríamos constantemente cosechando, sin interrupciones en el proceso de floración.  Al final del año se habrán realizado varias cosechas más que si solo hubiéramos dispuesto de una zona de floración.

Otra posibilidad que nos brinda el espacio de crecimiento es el de poder mantener de forma indefinida cualquier variedad que nos haya gustado y disponer de ella para cultivarla año tras año sin tener que estar constantemente comprado la misma semilla.

Para los usuarios médicos esto es importantísimo ya que nos permite cultivar siempre la misma variedad de la que ya sabemos sus efectos y para lo que la necesitamos. Mantener un patrón bien marcado de qué variedad cultivar para cada caso ayuda mucho a los usuarios médicos a saber en cada momento lo que deben cultivar.

6- La floración o fase reproductiva:

La floración es la parte del cultivo más importante y también en la que podemos tener más problemas. En ella el fotoperiodo deberá cambiarse a 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad, así induciremos a las plantas a empezar a producir flores y resinas. Este periodo durará aproximadamente entre 50 y 90 días según el tipo de planta. Dependiendo de la genética que usemos, si es más índica o sativa, como si se trata de un híbrido índico / sativo, tendrán un periodo de fructificación mayor o menor.

– 6.1 Iluminación en la floración:

Lo primero que tenemos que hacer es pensar sobre que uso, frecuencia y en qué espacio vamos a usar nuestro equipo de floración. Dependiendo del espacio y la cantidad de plantas que dispongamos podremos decantarnos por unas u otras luminarias. Las más usados hoy son las de alta presión de sodio (HPS):

– Alta presión de sodio (hps): Son las más populares y económicas. Están disponibles en 250w, 400w, 600w y 1000w. Normalmente para un armario de 80×80 usaremos 250w, para uno de 100×100 usaremos 400w, para uno de 1.2×1.2 la de 600w y para zonas mayores, aunque no se usan mucho, las de 1000w o varias de 400w o de 600w. Producen mucho calor como las HM, necesitaremos una buena ventilación, un balastro para que se puedan encender y apagar y un reflector. Son la mejor opción actual en relación calidad/precio.

– Leds: Las mayoría de lámparas HPS están diseñadas para iluminar naves industriales, farolas, calles, polígonos, etc. Son tecnologías de hace más de 30 años en las que la fuerza bruta prevalece sobre la calidad de la luz. Sin embargo con los Leds pasa lo contrario. Con una potencia muy inferior y con un gasto eléctrico que se reduce a la mitad o más, las luminarias Leds trabajan por espectro lumínico y no por fuerza bruta como las HPS, es decir calidad contra cantidad. Se consiguen producciones similares a las de HPS. Eso sí, para cultivar con Leds e intentar igualar los rendimientos de una lámpara de alta presión de sodio de 600w, tendremos que desembolsar una gran cantidad de dinero, pues los leds de gamas bajas no cumplen ni de lejos su función. Es una tecnología que aun sigue en desarrollo y en los últimos años han evolucionado mucho. La gran ventaja de los Leds frente las HPS, además de su poca emisión de calor, es que los gastos eléctricos y de ventilación se reducen mucho, casi a la mitad o más. Se trata de una inversión que se amortiza en tan sólo 12 o 15 meses.

“Los sistemas de iluminación Leds son actualmente la mejor luz posible que pueden recibir tus plantas.”

6.2- Floración y engorde:

La floración es seguramente la parte más importante del cultivo. En ella la planta terminará de crear una estructura fuerte para poder soportar el peso de los futuros cogollos. Si las fases de cultivo anteriores han sido satisfactorias, ahora se traducirán en una planta sana, con vigor, con un buen sistema radicular y preparada para ofrecernos una floración exuberante y de calidad.

Necesitará de grandes cantidades de fósforo y potasio, pero también de micronutrientes, vitaminas y animoácidos esenciales. La mayor parte de abonos NPK específicos para floración cumplen perfectamente las necesidades.

6.3 Nutrientes en floración y su aplicación:

Si hemos usado la mezcla de tierra que os aconsejábamos más arriba o una similar ya preparada que hayáis adquirido en vuestro Growshop como por ejemplo All Mix de Biobizz, empezaremos  los ciclos de abono alrededor de la semana 3 ó 4.

La planta de cannabis consume grandes cantidades de abono en la floración. Aunque usemos un abono completo NPK para floración, hay un momento crítico alredor de las semanas  5, 6 y 7, en las que la planta necesitará un aporte extra de fósforo y de potasio si queremos obtener el máximo rendimiento. No servirá únicamente un abono de floración, será recomendable aunque no imprescindible, usar un Booster ó PK, altamente ricos en P y K como Bloombastic de Atami. Tendremos que mezclar los 2 productos, el abono y el PK, así que será mejor que tengamos en cuenta las compatibilidades entre ambos si usamos marcas diferentes. Para combinar 2 fertilizantes como es el caso, hay que reducir la dosis del abono base un poco para no sobre fertilizar.

Para seguir usando el guano de murciélago que antes mezclamos con la tierra, también lo usaremos como mantillo directamente en la maceta en la dosis que indique el fabricante. Una aplicación en la semana 3 ó 4 será suficiente. Otra posible forma de administración del guano ó humus de lombriz es realizando “te” y regando después con él.

El guano es uno de los abonos naturales más potentes que existen

En las plantas de floración más rápida dejaremos de abonar más o menos en la semana siete u ocho y regaremos solo con agua una semana o 10 días aproximadamente para eliminar restos acumulados de los riegos anteriores.

Si hemos cultivado alguna sativa de larga floración, además de empezar el ciclo de abonado un poco más tarde y a dosis más bajas, terminaremos también unas cuantas semanas después.

Errores más comunes en la aplicación de fertilizantes:

  •  Empezar a abonar después de un trasplante. Nunca hay que abonar después de un trasplante. Dejar al menos 15 días después de un trasplante para empezar el ciclo de fertilización.
  •  Exceso de abono. Las plantas no son robots. Por mucho que abonemos o aumentemos las cantidades, no comerán más de lo que necesite, todo lo demás lo único que nos traerán son problemas.
  •  Usar demasiados productos sin control. Si vamos a mezclar distintos abonos o aditivos, hay que usar medidores de EC.
  •  Abusar del PK o Booster. Este suplemento de floración se usa solo 2 ó 3 veces durante toda la floración.
  •  Seguir fertilizando aunque la planta esté excesivamente verde o con síntomas de sobre abonado.

** nota: Las plantas de cannabis deben llegar al día de la cosecha con un color verde pálido. Si se cosecha una planta con un color verde intenso, estaremos dejando en ella grandes cantidades de nitrógeno y clorofila (entre otros) que además de dejar un mal sabor a la hora del consumo, no tendrá buena combustión y picará en exceso o nos hará toser. Dejar de fertilizar al menos 7/10 días antes de la cosecha y realizar abundantes riegos solo con agua.

¿ Cuándo está la planta lista para su cosecha?

Podemos usar 2 técnicas distintas.

Una, el control de los pistilos de la planta. Cuando los pistilos de la planta adquieran un tono marrón cobrizo en una proporción de aproximadamente el 70% del total, será el momento de su cosecha. Algunos prefieren dejar la planta una semana más para que termine de madurar más y aumentar el efecto narcótico o para aumentar la cantidad de resinas.

La otra opción es observar con una lupa los tricomas. Los tricomas inmaduros son transparentes como si fueran gotitas de agua o cristal. Cuando se adquieren la madurez se tornan algo más oscuros, parecido al ámbar, color blanco crema. Ese será el momento de cosechar.

Cuando la gran mayoría de pistilos estén de color cobrizo, será el momento de cosechar

** Nota: Recomendamos siempre el uso de abonos biológicos. Con ellos se obtiene la mejor calidad, sabor y aromas posibles. Una de las mejores y más cómodas formas de abonar es usando abonos sólidos como el humus de lombriz, los guanos de murciélago o aves marinas, ceniza de palmera, polvo de semillas, etc, hay una gran cantidad de ellos. De todas las marcas y formatos posibles, son los mejores. No solo por lo bien que funcionan y la alta potencia que tienen, sino porque son ricos en materia orgánica y esta es fundamental para la vida de la planta, la formación de raíces, el estímulo de las defensas naturales  y están implicadas en todos los procesos durante la vida de la planta. Son de liberación lenta y las plantas se nutrirán diariamente en cada riego de forma progresiva.

7 –  La cosecha y el secado:

Ya falta poco para terminar pero aún quedan algunos pasos muy importantes antes de poder disfrutar de todo tu trabajo. Cosechar, manicurar y secar correctamente la materia vegetal es casi tan importante como el cultivo en sí mismo. Una planta con excelentes cogollos y gran cantidad de resina que esté mal cosechada, secada y guardada acabará convirtiéndose en un producto de mala calidad.

Para secar primero tendremos que limpiar la planta completamente de hojas y tallos. Dejaremos únicamente las flores y su resina. Hay que cortar a ras de las flores, sin miedo a perder nada ya que si tenemos la precaución de recoger esos restos de la manicura, podremos más adelante realizar extracciones de hachís al agua, en seco, bho ó bien mantequilla para hacer repostería cannábica.

Una vez completamente limpia de restos y cordada a ramitas las colgaremos boca abajo en una habitación oscura y ventilada o bien podremos usar las mallas de secado que se instalan dentro de armarios o se cuelgan del techo.

Flores secando después de la manicura

El proceso de secado puede variar dependiendo del grosor de los cogollos, el calor o frío que haga en ese momento y la humedad. Lo normal está en unos 15 / 30 días, ya que debe secarse poco a poco. Si se seca demasiado deprisa desmerecerá el sabor y aromas. Por el contrario si pasa demasiado tiempo secándose y volviendo a coger humedad una y otra vez, también acabará perdiendo cualidades poco a poco.

En algunas zonas debido a la alta humedad que suele haber durante todo el año (por ejemplo zonas costeras del mediterráneo) sería interesante plantearse la posibilidad de adquirir un deshumidificador para rematar el trabajo cuando esté casi seca.

Utilizando un ventilador que no dé directamente sobre las ramas secando pero que si lo haga de rebote y las mueva un poco. Evitaremos que se formen bolsas viciadas de humedad y ayudaremos a que el secado sea más uniforme. También evitaremos posible problemas de botrytis.

Una vez cojas una ramita y al intentar doblarla se parta y escuches un “crashh”, estará lista para guardarla. No hay que dejar que seque completamente. Hay que dejar un puntito de humedad mínima que se terminará de eliminar en el proceso de curado.

Errores más comunes en el secado:

  •  Usar microondas / hornos para acelerar el proceso. Simplemente destrozas el producto.
  •  No tener bien ventilado el espacio de cultivo. Esto terminará por producir hongos como la Botritys que acabarán con parte de tu cosecha.
  • Guardar la hierba en botes antes de estar bien seca.
  • No desmenuzar los cogollos más gruesos. Para evitar hongos y acelerar el proceso, lo mejor es abrir los cogollos grandes en varias partes.
  •  La prisa. Después de tantos meses de espera, no merece la pena tener prisa.

Nuestro consejo:

El cultivo de cannabis en interior, ya sea para auto-abastecerse médicamente o de forma lúdica, requiere de constantes atenciones y de cierto grado de información. Si no estás dispuesto a trabajar todos los días de forma regular, si no te informas lo suficiente de qué es lo que estás haciendo, si no estás dispuesto a perder alguna cosecha durante el proceso de aprendizaje, mejor no te embarques en un cultivo, porque acabarás perdiendo dinero y tiempo.

Cultivar cannabis para uno mismo es gratificante, pero se puede convertir en un calvario. Infórmate todo lo que puedas, contrasta información y sobre todo lee mucho, tanto como tengas posibilidad. Hoy día no hay excusas, tenemos información en abundancia y de calidad. Acude a los profesionales cuando tengas dudas, en la mayoría de Growshops hay gente muy capaz y con grandes conocimientos sobre el tema y serán ellos quienes mejor te puedan asesorar.

Después del trabajo realizado el producto obtenido es de una calidad difícil de encontrar en el mercado negro

Nota legal:

Cultivar cannabis está penado en la gran mayoría de países ya sea para usos lúdicos o médicos. En Xtreme Seeds no pretendemos incitar ni animar a nadie a cultivar cannabis o a realizar actividades que puedan infringir la ley. Toda la información que aquí se recoge está amparada por el derecho a la información y a la libertad de expresión y es posible encontrarla con facilidad en muchos lugares públicos de internet. No nos responsabilizamos de los usos que puedan acometer terceros.

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